Los administradores de fincas han señalado hoy que la nueva normativa que regulará las viviendas de uso turístico en Madrid es «inviable», ya que las comunidades de propietarios solo podrán vetar un apartamento dedicado a esta actividad si existe unanimidad entre los vecinos.
«Va a ser imposible, prácticamente, tal y como está planteado», ha dicho Apolonio Dorado, vicepresidente del colegio de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid), que ha asegurado que las comunidades de vecinos ya tenían esa posibilidad.
El borrador del nuevo decreto, que está sometido a consulta pública, contempla la prohibición de estas viviendas en las comunidades «cuyos estatutos lo recojan de manera expresa».
Según Dorado, la mayoría de los estatutos de las comunidades de vecinos normalmente «ni se tocan ni se modifican porque están sujetos a que la unanimidad de todos los vecinos autoricen y aprueben ese acuerdo», por lo que en aquellos edificios en los que no exista esa norma difícilmente la podrán añadir si también se requiere el acuerdo de todos.
«Con votar uno en contra ya no se puede aprobar», ha comentado el vicepresidente de CAFMadrid, al tiempo que ha indicado la mayoría de las comunidades de propietarios no tienen ese tipo de «cláusulas de exoneración» porque era una actividad que no existía «prácticamente» hace cinco años.
Si no se puede aprobar esa norma «es imposible» que una comunidad de vecinos pueda impedir la instalación de pisos turísticos dentro de un edificio, ha subrayado Dorado, y ha añadido que el Gobierno regional «no tiene capacidad ni competencia para legislar sobre una ley general estatal».
Por ello, la Comunidad de Madrid no puede introducir que se pueda aplicar una mayoría cualificada entre los vecinos para decidir sobre el futuro de un edificio, pero las comunidades sí pueden hacerlo por sí mismas «llegando al acuerdo». Así, ha recalcado que tiene que ser el Gobierno central «quien aplique un cambio en la normativa estatal».
Asimismo, ha comentado que este asunto ya se trató hace un mes en una comunidad de propietarios de un edificio cercano a la zona del parque de El Retiro, que quería vetar que se instalarán pisos turísticos, y en el que una mujer voto en
«Con un único voto se truncó el deseo de una comunidad que viendo cual es el panorama que se les viene encima intentaban regularlo», ha destacado, al tiempo que ha explicado que si en ese momento hubiera habido una mayoría de tres quintas partes probablemente «ese acuerdo hubiera salido para adelante».
Por otro lado, ha indicado que tomar un acuerdo que se convierta en una regla estatutaria de las comunidades implica «un gasto añadido» para las mismas, ya que conlleva pasar por notaria y llevarlo al Registro de la Propiedad, porque sino esa norma no tiene efectos frente a terceros.
«No es el camino, hay que buscar otras soluciones y ser mas imaginativo», ha dicho Dorado, que, a su juicio, ha señalado que se está intentando trasladar este «conflicto» a las comunidades de propietarios.