- Fuentes de la sala tercera califican de «barbaridad» haber cambiado la jurisprudencia sobre un asunto tan grave en 15 días
- Estas mismas fuentes afirman que antes de las votaciones la mayoría de magistrados se habían pronunciado a favor del cliente
La marcha atrás en la jurisprudencia sobre el impuesto hipotecario no ha sentado nada bien en el Tribunal Supremo. Fuentes de la sala tercera presentes en las casi veinte horas de deliberaciones califican de «barbaridad» que el alto tribunal haya cambiado su doctrina sobre un asunto tan relevante en apenas dos semanas a través de un pleno que el propio presidente del Supremo no veía con buenos ojos.
Diversas fuentes del Tribunal Supremo explican que el asunto estaba muy igualado en la fase de deliberaciones y que un cambio de criterio por parte de alguno de los 28 integrantes del pleno en las votaciones, cuando ha habido que elegir entre revocar o confirmar la nueva doctrina sin matices, ha decantado la balanza hacia los bancos y a volver a la doctrina que estuvo vigente durante más de dos décadas hasta hace dos semanas.
El malestar en la sala tercera es palpable: fuentes del alto tribunal dicen que «no se explica» el cambio de última hora y califican de «escándalo» el segundo giro doctrinal en un asunto que deja una factura de varios miles de millones de euros. Según fuentes presentes en el proceso, ha sido Luis María Díez-Picazo el que en un momento dado ha dirigido el debate para que los magistrados eligieran entre apoyar al banco o al cliente, sin entrar en matices sobre la retroactividad, resolviéndose el caso a favor de la banca.
Otras fuentes del alto tribunal explican a la Cadena SER que esta era, de entre todas las posibles, «la peor solución», reconociendo que la imagen del Tribunal Supremo se ve ahora todavía más deteriorada al fallar a favor de la banca en uno de los litigios más voluminosos de los últimos años. Tanto la doctrina que ahora vuelve a la primera línea como la asentada hace dos semanas por la sección segunda tenían argumentos sólidos a favor, reconocen estas fuentes, pero la gestión del asunto convocando un pleno con tres sentencias firmes encima de la mesa ha sido el origen de la crisis: «Ha habido una falta de visión social, mediática», explican estas fuentes.
Pleno por sorpresa
El origen de la crisis llegaba hace dos semanas cuando la sección segunda de lo contencioso-administrativo daba la vuelta a veinte años de jurisprudencia y establecía que, a partir de ahora, el impuesto hipotecario corría a cargo del banco y no del cliente al considerarle el único interesado en elevar a escritura pública una hipoteca.
En el Supremo siempre han defendido la legalidad de esta convocatoria, aunque cuestionando su oportunidad y cuestionando que el propio presidente encargase la formación de jurisprudencia en febrero cuando ya llevaban dos décadas fallando en el mismo sentido.
Fuente de la noticia: Cadena Ser