«El Covid19 ha hecho por el teletrabajo en unas semanas lo que no se ha podido en décadas de reticencias políticas y empresariales. Si lo hemos logrado en casi 24 horas forzados por la crisis, cuando salgamos tendremos más tiempo y deberíamos aprovechar algunas de estas lecciones». Es una de las reflexiones que ha compartido en La Ventana, Carlos Moreno, Director Científico de la Cátedra del Territorio de la Universidad de la Sorbona y artífice del proyecto ‘La ciudad de los 15 minutos’, desarrollado por el Ayuntamiento parisino, con la alcaldesa Anne Hidalgo al frente.

La crisis ha devuelto al primer plano propuestas urbanas para la vida después del coronavirus, basadas en nuevas formas de movilidad y otro aprovechamiento del espacio público que permita hacer compatible la funcionalidad con la salud pública. «Uno de los riesgos que corremos ahora es volver al coche, ante las restricciones de aforo en el transporte público. Cometeríamos un triple error, todos los estudios científicos confirman que los coches contaminan y la polución es una fuente de propagación del Covid19. Así que el automóvil implica polución y ésta implica coronavirus, es un círculo vicioso», ha explicado Moreno.

«Hay que potenciar otras alternativas saludables, como la bicicleta o los desplazamientos a pie, recuperando para eso espacio al coche. Si a esto le unimos el teletrabajo se puede ir cambiando la fórmula de atascos en desplazamientos masivos de la población a las mismas horas de la periferia al centro».

Para seguir trabajando en esa idea, Moreno apuesta por un modelo de descentralización de las ciudades que apueste por la proximidad. «Se trata de que los ciudadanos puedan encontrar a poca distancia de su casa, en su barrio, los servicios que necesita a nivel de salud, educación, ocio, abastecimiento y en la medida de lo posible, también a nivel laboral». Reducir esa escala podría redundar en una vida más saludable, con importantes ahorros de tiempo, mejoras en la conciliación familiar y un escenario más preparado para afrontar futuras pandemias que pudieran producirse de modo cíclico.

En esa idea trabaja el Ayuntamiento de París, que tuvo que suspender la segunda vuelta de sus elecciones municipales por la crisis del coronavirus y que ahora trabaja en propuestas para peatonalizar calles y bulevares, ensanchar aceras y revertir carriles de circulación para devolver ese espacio a la hostelería de modo que pueda cumplir con la distancia de seguridad impuesta.

«Lo que tenemos que entender es que todo esto implica cambiar el chip de una manera sistémica. No podemos pretender volver a hacer lo mismo que hacíamos antes, porque las mismas actuaciones producirán los mismos efectos», asegura Moreno.

Fuente: CADENA SER