Los partidos de gobierno de Alemania han llegado por fin a un acuerdo histórico de acción climática según confirman fuentes cercanas. Tras maratonianas negociaciones los conservadores de la canciller alemana Angela Merkel y sus socios de la coalición socialdemócrata (SPD) han perfilado un ambicioso plan para la protección del medio ambiente.
Este paquete de medidas incluye un precio para las emisiones domésticas y la posibilidad de medidas más estrictas en el futuro. Dichas medidas afectarán directamente a sectores como el transporte, la agricultura o la vivienda.
Según una fuente cercana a las negociaciones los conservadores de la canciller alemana Angela Merkel y sus socios socialdemócratas han acordado un precio para las emisiones de dióxido de carbono de energía empleada en edificios y transporte alineado con el actual mercado de emisiones de CO2 de la Unión Europea, en el que los certificados de emisión se cotizaban el viernes a 26,30 euros por tonelada. Este precio, inferior al de 40 euros que defendían muchos economistas del clima, significa que la presión sobre las empresas alemanas para que reduzcan sus emisiones será menor de lo que muchos esperaban.
Por otra parte, otra fuente próxima a las conversaciones dijo que el acuerdo climático alcanzado tendrá un valor total de 50.000 millones de euros (algo más de los 40.000 millones que se esperaban) hasta 2023 y se financiará sin necesidad de emitir deuda nueva.
El acuerdo alemán sobre el clima, que podría marcar el rumbo de la mayor economía de Europa en las próximas décadas, se estaba ultimando el día en que tienen lugar multitudinarias manifestaciones en todo el mundo pidiendo acciones más rápidas y contundentes para frenar el cambio climático.
Varios miles de manifestantes dentro del movimiento ‘Fridays for future’ (Viernes por el futuro) inspirado por la adolescente sueca Greta Thunberg, se congregaban en la Puerta de Brandenburgo de Berlín durante las negociaciones.
«Los desafíos son enormes: abandonar la energía a partir de carbón, desarrollar energía renovable, reducir las emisiones de dióxido de carbono», afirma Lars Klingbeil
El resultado del paquete pactado parece un compromiso entre el deseo de los conservadores de un régimen de comercio de derechos de emisión que apoye la innovación en las empresas alemanas y el deseo del SPD de un impuesto al CO2 que apoye a los más afectados por los costes de la transición a las energías limpias.
El plan también incluye medidas para ayudar a los hogares a irse apartando del contaminante carburante para calefacción, cuyo uso es todavía común en gran parte de Alemania occidental.
«Hay que tomar decisiones difíciles», dijo Lars Klingbeil, secretario general de los socialdemócratas (SPD) a la radio pública cuando se le preguntó por qué las conversaciones estaban siendo tan largas. «Los desafíos son enormes: abandonar la energía a partir de carbón, desarrollar energía renovable, reducir las emisiones de dióxido de carbono».
Una encuesta para la televisión pública reveló que el 63% de los alemanes pensaba que la lucha contra el cambio climático era más importante que el crecimiento económico.
Fuente:Eleconomista